Veintidós, nunca se enamoren (Capítulo 2)

Capítulo 2

Primer amor

Finalmente, pasada la medianoche he vuelto a casa y las casi nueve horas que estuve sentado en aquella plaza del centro porteño no alcanzaron para calmarme, siempre pasa lo mismo, necesitaría acampar allí varios días para poder repasar mi vida y todos mis errores, buscando cada punto exacto donde fracasé. Aunque, francamente, sería en vano.

Al menos esta vez me traje la alegría de encontrar un mensaje que dejé el 15 de mayo del 2013 en un asiento de ese parque… “Tomás & Andrea: Día 1”, había escrito y aún se alcanzaba a leer, a pesar de que en cuatro años la tinta se había borrado un poco. Ese día del cual ya pasaron cuatro años, propuse mi primer noviazgo y se podría decir que allí empezó la historia mas fuerte de mi vida, también la más larga, ya que las consecuencias persisten hasta el día de hoy y siempre vuelvo a ese lugar para decirme a mi mismo que nunca volveré a caer en problemas de amor y por supuesto jamás cumpliré esa promesa.

Andrea era especial, más que nada porque se fijó en mí y eso ya la convertía en una persona única hasta ese momento. Duramos casi un año y digo casi porque a dos semanas de cumplir el primer aniversario ella decidió terminar conmigo, no sin antes confesarme que me engañaba con quien yo creía que era su mejor amigo. Es decir, que mi primer noviazgo mató de alguna manera toda mi inocencia y aunque creo que sigo idealizando a cada mujer que me mira de otra manera ya no es lo mismo, ya nadie fue igual y nunca me enamoré tanto nuevamente.

Y como dicen algunos: “siempre se vuelve al primer amor…” y es así, porque yo ya no soy el mismo de aquel mayo de 2013, una parte de mí se fue con ella, esa parte sana y pura que extraño tanto como a Andrea.

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