

Veintidós, nunca se enamoren (Capítulo final)
De pequeño me contaron, como a cualquier niño, que los bebés provienen de París. Una mentirita piadosa de los padres y madres para explicar


Veintidós, nunca se enamoren (Capítulo 9)
Esta noche me abraza la sensación de que he tocado fondo, me encuentro solo en este cuarto, con pequeñas cosas dañinas que guardo muy hondo.


Veintidós, nunca se enamoren (Capítulo 8)
Y luego de tanta reflexión ya estoy mejor, necesitaba descargar todo lo que tenía en mi cabeza… Ahora vine a la plaza del barrio a leer un p


Veintidós, nunca se enamoren (Capítulo 7)
Aunque todos me digan que soy joven, a veces siento que las mejores oportunidades de mi vida ya han pasado y no hay que ser un genio para da


Veintidós, nunca se enamoren (Capítulo 6)
Muchas personas dicen que la “mala suerte” es una excusa, una manera de esquivar los errores incriminando al destino y evitando así la respo


Veintidós, nunca se enamoren (Capítulo 5)
Hace varios años sostengo que los viernes en Buenos Aires son especiales, tienen algo que hace que en cada barrio, esquina o café haya una h


Veintidós, nunca se enamoren (Capítulo 4)
Justo en el momento que decidí salir a la calle dejó de llover. Se me ocurrió ir a la Iglesia, como para variar un poco. No soy muy creyente


Veintidós, nunca se enamoren (Capítulo 3)
Hoy, mi cabeza llegó al nivel de pensar más en mi tristeza que en su causa y debe ser porque es domingo. ¿Quién habrá sido tan gracioso de i


Veintidós, nunca se enamoren (Capítulo 2)
Finalmente, pasada la medianoche he vuelto a casa y las casi nueve horas que estuve sentado en aquella plaza del centro porteño no alcanzaro


Veintidós, nunca se enamoren (capítulo 1)
Sábado 22 de julio, un frío que “abraza” la capital y sigo sentado como si recién hubiese llegado, pero pasaron horas, incluso ya es de noch